domingo, 30 de septiembre de 2012

Y el mundo pasa, y sus deseos.


Y qué queda después? Después de los vasos rotos, de las risas y los excesos? Cuando el mundo gira sobre la cama y me despierto en la mañana con ganas de no despertar?. Esa misma sensación que me produce mirar el mar me invade, con gusto salado a inmensa soledad. Y el dejo de amargura que no quitan los limones se alimenta de besos regalados y sueños truncados por miedo a llorar. Intento abrir los ojos y siento el pasado que corre pisándome los talones a cada segundo que se consume, el sonido del reloj contando minutos despilfarrados en una epifanía sin sentido que el corazón se empeña en no abandonar. Un alma sabia por demás para dejarse engañar con ilusiones pasajeras, vidrios rotos, llantos disfrazados. Los audífonos gritando para no escucharme a mí misma, peleando como siempre, reclamándome cariño. Y esa idiota postura a la defensiva de pensar como cactus porque sale más barato termina oxidando en llanto lo que queda de mi ser.  Alguien se asoma por la puerta y pregunta, “como estas?”. La frase hace eco en mi cabeza y rebota con las miles respuestas, cada una exponiendo las mil razones para odiarme por la mañana. Estoy, pero no soy y padezco esta libertad obligatoria como una prisión condicional que me impone la melancolía. Ya no quiero enfrentarme al espejo, que no solo muestra un vago reflejo de lo que soy sino que también me muestra tal cual estoy: sola. Resumo todo en un “ya me levanto” y ato las penas junto a mi pelo en una colita. Comienza el domingo de resaca emocional.

martes, 18 de septiembre de 2012

Sincericidio



La gota rebalsa el vaso y le caigo como luna llena a la costa, con la marea alta, violenta, tormentosa, llevando todo a su paso. Cuántas verdades para una realidad, y cuánto sentimiento condimentando, avivando la hoguera. Comienzo la inquisición convencida, rabiosa, defendiendo a puño y espada todo lo que tengo y lo que soy de quién siempre juró nunca atacarme. Aquel que llega más profundo es el que puede herir más hondo, y eso era lo que más molestaba. Tu sonrisa, agonista de mi dolor, me empuja al sincericidio matando lo que nos queda, haciéndonos irrecuperables. Inmediatamente llega el llanto, con él el arrepentimiento y de la mano el orgullo. Pero no va a llegar el lamento, porque esta vez no quiero ser perdonada. Aunque mi dolor sea más grande. Aunque yo sea la costa y la marea. Tú ya no puedes dañarme. Yo soy todo lo que me queda.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Fantasmas


El lugar me da igual, no sigo la onda popular
el rebaño es uno solo, y hay muchos lugares donde pastar
Me visto de primavera, el uniforme se lo dejo a la autoridad
Si esta vida es una mentira me revelo con la verdad

No te gusta el humo, pero como lo bailas
No te gustan las cajas y vivís en una de cristal
Me enseñaron no hay camino, se hace camino al andar
Y prefiero descubrirlo aunque te duela mirar

Sangre veraniega y luces psicodélicas
Me rindo en este juego de máscaras y caretas
Girando como el reloj, el tiempo se pasa mejor
No me importa que me juzgue tu fantasma de opresión.

Días de excesos y noches de tranquilidad
Los polos opuestos no existen sin unidad
Me gusta mi vida cuando es mía y de nadie más
Disfruto de la lluvia porque me animo a llorar

Semanas llenas, tardes azules de cafeína
La voluntad del no conformismo es lo que me domina
Y es que me asusta más vivir sin llanto, sin alegría
que morir y haber vivido en la rutinaria agonía.

Sangre veraniega y luces psicodélicas
Me rindo en este juego de máscaras y caretas
Girando como el reloj, el tiempo se pasa mejor
No me importa que me juzgue tu fantasma de opresión.